Entrevista del mes a Belén Gallego Romero
1. ¿Qué te motivó acercarte al Derecho de las Nuevas Tecnologías?
El motivo por el que me acerqué al derecho de las Nuevas Tecnologías fue a raíz de la inscripción en unas prácticas curriculares por la página de prácticas de mi Universidad. Antes de esto, sólo tenía leves nociones de este derecho. Al ver las opciones, me pareció interesante formar parte de un equipo especializado en esta materia, una realidad algo abandonada en los programas académicos universitarios del grado en Derecho -para mi gusto-.
Creo que todo futuro profesional, tanto en el ámbito de la abogacía como en cualquier otro, debe conocer el Derecho de las Nuevas Tecnologías, y actualizarse con éste, pues éste forma parte de la vida y de la realidad actual empresarial y personal, por ello, no dejé pasar la oportunidad y sigo cada día formándome en este ámbito.
2. ¿En qué área de este Derecho te has especializado más?
Debo decir que soy pionera en la materia, pero quizás debido a las competencias que me están siendo atribuidas me llama más la atención la protección de datos de carácter personal.
El derecho a la protección de datos de carácter personal es imprescindible en el día a día, tanto de las empresas como de las personas propiamente dichas.
El incorrecto tratamiento de estos datos de una forma u otra, pueden derivar una serie de consecuencias dignas de conocer, pues todo sector, independientemente si es o no público o privado debería saber el modo de proceder cuando se tratan los datos personales y las consecuencias de los incumplimientos en la materia, ya que estamos ante un derecho fundamental, y como todo aquel, necesita no sólo una protección especial sino también un estudio más profundo, derivado de su importancia.
3. ¿Cómo ves el presente y futuro del Derecho de las Nuevas Tecnologías?
Hace no mucho tiempo, escuché a un ingeniero informático decir estas palabras: “la ciencia evoluciona antes que el derecho”.
La primera respuesta de todo jurista o aprendiz de leyes que escucha estas palabras consiste en darle razón. Y es que todavía existe mucha incertidumbre consistente en la dificultad que entraña la aplicación de las normas tradicionales a las nuevas relaciones económicas y sociales que se están forjando. Y a menudo, nos encontramos lagunas legales en lo que a la aplicación del Derecho de las Nuevas Tecnologías nos referimos.
Pero, en cuanto al futuro legislativo de las nuevas tecnologías, no debemos conformarnos y aunque es muy difícil preverlo todo con tanta rapidez, sí que es verdad que debería acelerarse el proceso de creación de estas normas de modo que ante un nuevo supuesto de hecho, inmediatamente tengamos la inclusión en una norma que nos dé la consecuencia jurídica, y así seguir velando por el principio de seguridad jurídica característico de nuestro ordenamiento jurídico.
No sería mala idea, articular un conducto comunicativo directo de los abogados expertos en nuevas tecnologías en el poder aportar propuestas y sugerencias, con el poder legislativo, ya que éstos, están en contacto directo con la realidad y con el tiempo se conseguirá, por lo que veo el futuro del Derecho de las Nuevas Tecnologías como un derecho veloz, adaptado y proactivo.
4. ¿Crees que los abogados (de cualquier rama) aprovechan el uso de las Nuevas Tecnologías para el ejercicio de su profesión?
Sinceramente, hablando desde una perspectiva claramente subjetiva y partiendo de que como en todo, habrá muchas excepciones, me atrevo a afirmar que los abogados podrían aprovechar mucho más el uso de las Nuevas Tecnologías para el ejercicio de su profesión. Hay un campo muy amplio de posibilidades y oportunidades detrás de las nuevas tecnologías que deberían ser conocidos por todos. A mi juicio, creo que todavía ocupa un lugar muy importante “el formato papel” y los mecanismos tradicionales.
Extrapolo esto, a lo comentado por los estudiantes de derecho, ya que la mayoría a la hora de estudiar, preferimos estudiar del libro donde podemos “subrayar” que leer del ordenador.
Ahora bien, cuando tomamos contacto con la realidad, tanto el abogado como el estudiante de derecho a la hora de resolver un caso, no duda en consultar bases de datos online, y usar las Nuevas Tecnologías para crear algo nuevo, algo que no esté creado ya. Las vías que nos ofrecen las nuevas tecnologías tanto para investigar como para compartir son las más cómodas, rápidas y eficientes.
5. ¿Cómo crees que cambiará el ejercicio de la Abogacía en un futuro inmediato?
Posiblemente, el ejercicio de la abogacía evolucionará con el devenir de los cambios tecnológicos. Por poner un ejemplo, hasta hace unos años, nadie se imaginaba que se podría desarrollar la prueba del interrogatorio de testigo ante el Juez por videoconferencia durante el desarrollo del proceso y ahora, ello se plantea como algo habitual.
El ejercicio de la abogacía en un futuro inmediato, vendrá de la mano de la creación de mecanismos que permitan a los profesionales evitar determinados costosos actos presenciales sustituyéndolos por otras vías que eviten la personación.
Sin embargo, a día de hoy, no imagino el desarrollo de todo un proceso entero virtualmente mediante una plataforma en la que todos: abogados, partes, testigos, jueces… se comunicasen virtualmente, sin necesidad de celebrar el acto in situ en sede judicial. Pero con el tiempo, quizás todo sea posible. Eso sí en mi opinión, todo cambio de esta envergadura debe velar siempre por la solemnidad procesal que da fuerza a la credibilidad del poder judicial.
Belén Gallego Romero
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